Uno de los servicios al que más empeño le dedicamos es el transporte de agua potable, debido al gran valor que tiene y por su escasez: solamente el 0,007% del agua en la Tierra es potable. El agua es vital para la vida, debemos tratarla como tal, manipular con las máximas garantías y con estrictos certificados para su transporte. Debemos evitar que las más de 70 mil sustancias conocidas que pueden contaminarla puedan hacer efecto y echen a perder un material tan valioso.
Es tan importante en nuestras vidas que la tierra está cubierta por un 70% de agua (525 millones de kilómetros cúbicos), dónde solamente un 3% de agua es dulce y 2/3 partes está congelada. No solamente es importante para el globo terrestre también para los seres humanos que estamos formados por un 55% de nuestro peso con este líquido. Cuando estamos tristes lo mostramos soltando lágrimas.
Nuestro cuerpo puede soportar 1 mes sin ingerir alimentos sólidos, pero no sobreviviríamos 7 días sin agua. Según estimaciones, podemos decir que cada persona debería ingerir a lo largo de su vida unos 75 mil litros de agua. El truco para no deshidratarnos está en beber sin sed y con pequeños sorbos la cantidad de 1,5/2 litros, cuando tenemos sensación de sed ya hemos perdido un 1%.
Todos hemos estudiado el ciclo del agua en el colegio, pero ¿cuánto tiempo pasa una molécula de H2O en cada etapa? 98 años en el océano, 20 meses en forma de hielo, 2 semanas en lagos y ríos y menos de una semana en la atmósfera (el Sol evapora más de un billón de toneladas de agua).
La naturaleza le dio el gran privilegio de ser la única sustancia que puede encontrarse en forma sólida, líquida o gaseosa.
En este ENLACE podremos apreciar otro ciclo del agua, aquella que gastamos habitualmente: el ciclo del agua urbana. Podemos observar que el transporte de la misma y de los residuos por empresas especializadas, profesionales y de garantías cobra mucha importancia.
El hielo pesa un 9% menos que el agua en estado líquido, las gotas de lluvia verdaderamente no tienen forma de “lágrima” sino más bien aplastada y esferoide y si condensáramos todo el agua de la atmósfera podríamos cubrir todo EUA y Alaska con una capa de agua de 7,6 metros de profundidad.
Las grandes cantidades de agua sobre la Tierra son el principal regulador de la temperatura terrestre. También son reguladoras de la temperatura humana, por este motivo siempre que tenemos fiebre nos recomiendan beber mucha agua.
Además, este elemento es necesario para la fabricación de la mayoría de objetos que usamos cotidianamente, por ejemplo necesitamos 450 litros para que una gallina produzca un huevo, 7.000 litros para refinar un barril de petróleo crudo, 148.000 litros para fabricar un automóvil, 200 litros de agua para producir un litro de Coca-Cola o 25.700 litros de agua por día para producir los alimentos que consume una familia de cuatro personas.
Se estima que cada individuo usa una media de 190 litros cada día.
Vistos estos datos podemos apreciar la magnitud del problema de malgastar un recurso tan valioso como el agua potable, debemos ser conscientes y controlar cada movimiento y gasto. Además, un mal transporte o un deterioro de las vías de acceso puede contaminar el agua y deteriorar la calidad que hace aumentar el riesgo de enfermedades diarreicas, en particular, el cólera, la fiebre tifoidea, la salmonelosis, otras enfermedades víricas gastrointestinales y la disentería según la OMS. Para ello, existen leyes estrictas que regulan y garantizan cómo se debe realizar el transporte.
Por suerte, cada vez estamos más concienciados y malgastamos menos agua, en la provincia de Barcelona se ha disminuido el consumo doméstico en un 11,7% desde 2007.
Os dejamos con algunos pequeños consejos que nos da ‘Aigües de Barcelona’ para el ahorro doméstico:
- Reparar los grifos que gotean. Un grifo goteando en cada hogar español llenaría un estadio de fútbol en 18 días, según datos de Reparalia.
- Cerrar los grifos cuando no se utiliza el agua.
- No alargar las duchas, con 10 minutos estamos consumiendo 200 litros (la OMS recomienda gastar un 150% menos).
- Instalar aparatos que limiten el volumen de agua.
- Poner la lavadora y el lavavajillas cuando estén llenos. Para una misma cantidad de vajilla, mientras un lavavajillas clase “A” consume 15 litros por lavado aproximadamente, el lavado a mano gasta 119 litros de media.
- Regar por la mañana o por la noche.
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